Casa, aúpame que vea el mar

Estamos en primera línea de playa pero el parque Natural del Camaleón de Chipiona sólo nos permite ver el mar subidos en una alta escalera.

De ahí la principal decisión…. poner el salón y la cocina en primera planta, enmarcando el atlántico como si de una marina de Jiménez Aranda se tratara.

Pero había un reto mayor. La normativa únicamente nos dejaba construir 108m2 en planta baja y primera. La inversión se hacía inviable. Un solar tan caro en el que apenas salía una casa de VPO.

Aquí Justo y yo tuvimos que tirar de oficio y mucha imaginación. Hicimos ver a la arquitecta municipal que el mundo que imaginamos estaba acorde con las ordenanzas. Gracias a eso conseguimos que la percepción de los espacios fuera el doble de lo aparentemente posible.

(Nota: Siempre hay que intentar implicar a los responsables municipales en el proyecto. Si muestras con claridad y pasión tus intenciones encuentras su apoyo.)

Al mismo tiempo aprovecharíamos el espacio permitido bajo tierra creando un mundo amplio y luminoso que más bien parecería una planta baja.

La arquitectura enterrada, pero no oscura y estrecha, sino luminosa, amplia y conectada con el entorno… apasionante tema del que tanto podríamos hablar.